En el suplemento "Negocios" que el periódico El País publica el pasado domingo 21 de noviembre de 2010 se incluye la entrevista a un economista nacido en la India pero que ejerce de profesor de finanzas en la Universidad de Chicago y que fue economista del FMI (Raghuram Rajan)
A la pregunta: ¿Cómo será el mundo de una recuperación sin empleo?
Responde Rajan: "En los años 70 y 80 se creía que había demasiada demanda en el mundo, que íbamos a quedarnos sin recursos naturales y que había claros límites al crecimiento. Hoy eso nos provoca risa porque ahora el problema es de sobreproducción. Pero si pensamos en la cantidad de gente pobre que hay en el mundo, el diagnóstico realmente no puede ser de exceso de producción. Tendrá que crecer la demanda en los países más pobres, en las economías emergentes, y buena parte de esa demanda deberá ser suministrada por los países industrializados. Eso exige cambios. Que las empresas de los países ricos adapten su producción a las demandas reales de los países emergentes, no a los consumidores de esos países con niveles de renta o necesidades como las de sus consumidores actuales".
Esto me ha recordado una cosa que leí hace algún tiempo de un economista georgiano, algo escrito antes de la crisis económica, en pleno período de crecimiento económico capitalista:
"...de la propia estabilización, del aumento de la producción, del ascenso del comercio, del progreso técnico, del aumento de las posibilidades de producción cuando el mercado mundial, los límites de ese mercado y las esferas de influencia de cada uno de los grupos imperialistas permanecen más o menos estabilizados; de todo eso, precisamente, brota la más profunda y la más grave de las crisis del capitalismo mundial, crisis preñada de nuevas guerras y que amenaza la existencia de toda estabilización, fuera cual fuere.
De la estabilización parcial nace el recrudecimiento de la crisis del capitalismo, y la crisis, creciente, echa por tierra la estabilización: tal es la dialéctica del desarrollo del capitalismo en el momento histórico dado".
"El capitalismo tiene cerrado el camino para la solución pacífica del problema de los mercados. Al capitalismo le queda una sola "salida": un nuevo reparto de las colonias y de las esferas de influencia por la fuerza, mediante choques militares, mediante nuevas guerras imperialistas"
"De lo dicho se desprende que el problema de un nuevo reparto del mundo y de las esferas de influencia, base de los mercados exteriores, es hoy la cuestión más importante en la política del capitalismo mundial, He dicho ya que la actual distribución de las colonias y de las esferas de influencia, resultado de la última guerra imperialista, ha perdido ya todo valor". (...)
Por cierto, el texto fue escrito en 1927, dos años antes de la crisis del 29, crisis que desembocaría en la II Guerra Mundial Imperialista. El "economista" que lo escribió era un tal Vissariónovich, más conocido como Stalin ("Informe político del Comité Central", Obras Completas, Tomo X, pp. 285-307).